En busca de aquel sentido

02.05.2017

Autor: Ennio Morricone

Editorial: MalPaso

Número de páginas: 555

ISBN: 9788416665471

Valoración: ✰✰✰✰✰

Argumento:

A raíz de las conversaciones que el compositor Alessandro De Rosa mantuvo durante años con Ennio Morricone, éste aprovecha para darnos su particular visión de la música sintetizada con la vida.

A través de un largo viaje, narrado con la pericia y majestuosidad de los mejores cuentistas, Ennio repasa sus inicios en el conservatorio, la amistad que le unió a grandes directores como Pasollini, De Palma, Fellini, Bertolucci, Tarantino o Malick y nos da su punto de vista de todos los acontecimientos que ha visto pasar a través de sus ojos y sobre todo, su particular opinión de todas las películas para las que ha trabajado.

Abre su creatividad a todos aquellos que, apasionados o no de la música o el cine, no dejamos de ver un referente y una maravillosa y evocadora resonancia en todo aquello que compone.

Aderezado de partituras que reflejan la forma de componer sus variaciones, así como un pequeño álbum de fotografías con sus más preciosos recuerdos.

Ennio Morricone ha sido nominado 6 veces a los premios Oscar, siendo galardonado en dos ocasiones. La primera con el premio honorífico a toda su carrera y la segunda, en el año 2016 por la banda sonora de la película de Quentin Tarantino "Los odiosos 8".

Gooseopinión:

Me ha encantado.

No puedo decir nada malo al respecto; ya sea porque amo la música y el cine por encima de todas las cosa, ya porque las composiciones musicales de Ennio Morricone están a la altura de placeres divinos (junto con las de mi amantísimo John Williams).

Desde que vi la edición de MalPaso (una cuidada presentación -me encanta la forma que tiene de editar MalPaso-, me declaro fan absoluta de sus obras, en tapa dura, con los bordes de las hojas coloreados) no pude por menos que tirarme de cabeza a devorar sus páginas y sumergirme en las palabras de este genio de la música.

Sorprende ver lo cuidadosamente que está redactado, bien estructurado, por etapas, por sentimientos, que él mismo nos va desentrañando en un bis a bis con un primer fan que finalmente, y gracias a los consejos iniciales de EL MAESTRO MORRICONE, se ha convertido en un joven compositor.

Me sorprende, gratamente, he de decir, como arranca fuerte, con una declaración de intenciones absoluta, con las indecisiones propias de aquellos que se saben poseedores de una grandeza, pero destilan por los cuatro costados una gran humanidad.

No estaba previsto que Morricone fuera músico; su cabeza andaba más bien por el mundo del juego de ajedrez (siempre he pensado que música, ajedrez y matemáticas conjugan en un solo verso), ni siquiera sus anhelos por la medicina consiguieron que se desviara de aquello que tanto anhelaba (ser maestro de ajedrez) y que se vio trucando por la insistencia de su padre (músico) a seguir con la saga familiar.

Se expone tal y como es, nos cuenta con detalle sus pasiones, sus ganas de cambiar el cómo se interpretaba las composiciones musicales en las películas, su afán de no hacer lo que imponían los directores de aquella  época (amigos personales para más inri) si no, decantarse por su genialidad. Porque él sabía donde tenía que hacer hincapié la música.

Nos encontramos ante un libro que nos describe a un hombre, un genio de la musicalidad, pero a la vez, una persona preocupada por sus amigos, por la política de su país, por cómo se empiezan a hacer determinadas cosas, por la naturaleza de la vida...

Nos adentra en su filosofía de la música, en cómo hay que experimentar en todos los campos, y a la vez, cómo ésta conjuga con su filosofía de vida.

si es alucinante lo que puedes sentir al recordar sus obras más importantes, no te puedes hacer a la idea lo que puede llegar a significar que él mismo te cuente el porqué de cada desviación de ritmo, el cómo llegó a dar con el sonido perfecto para cada fotograma perfecto.

Morricone es el mejor, sí, de eso no cabe duda, pero siempre ha trabajado para los mejores, y esto hace que, los que somos fanáticos de la música y el cine, no dejemos de dar saltos en la butaca del sillón cuando escuchamos tararear los primeros acordes de "L'estasi dell'oro".

Siempre me había preguntado porque me gustan tanto las bandas sonoras de las películas; éste libro me ha dado la respuesta "La música en sí crea una historia secundaria de la película, siempre y cuando esté contextualizada correctamente" por eso todas las películas para las que ha trabajado Ennio (tanto como compositor principal como arreglista) han sido grandes triunfadoras... solo tenemos que recordar la trilogía de Sergio Leone (una de las primeras composiciones que hizo un joven Morricone, con afán de experimentar mas allá del simple hecho de musicalizar ciertas partes de la película...)

Tarantino, Almodóvar, Passolini, Bertolucci, desde luego, grandes nombres de la cinematografía, pero que sus películas no hubieran sido las mismas sin las composiciones de Morricone, eso es una verdad verdadera.

Es un libro ideal para iniciar a aquellos que aún tienen dudas de la importancia de la música en el cine por encima de los diálogos, así como para los apasionados, como yo, de todo lo que tiene que ver con las artes y el séptimo arte.

Una edición, como ya he comentado antes, totalmente cuidada al detalle y con unos contenidos que, aún complejos de entender en algunas partes si no dispones de conocimientos mínimos de solfeo, se te pueden ir un poco a la deriva, pero con un matiz totalmente entregado a cualquier público ávido de conocimientos.

Como siempre me pasa en los libros que consiguen apasionarme, me quedo con una de las citas que me ha hecho reflexionar para poder opinar de esta manera: "la música ayuda a sentimentalizar un concepto o a conceptualizar un sentimiento" ahí lo dejo... juzgad esta obra de arte por vosotros mismos. No os arrepentiréis.