Las Bestias
Autor: Gijs Wilbrink
Editorial: BunkerBooks
Número de páginas: 440.
ISBN: 9788412725421
Valoración: ✰✰✰✰✰
Argumento:
"No quiero decir mucho, pero creo que las cosas empezaron a irle mal a Tom Keller cuando esos dos tíos lo llevaron al bosque por la noche y lo obligaron a hacer cosas que un niño de nueve años no debería hacer"
Así comienza Las Bestias, ópera prima de Gijs Wilbrink. Tiene lugar en Achterhoek, entre motocicletas, cazadores furtivos, granjas de visones y negocios que no toleran la luz del día. En esta mística frontera llena de secretos, crece Tom Keller, el miembro más jóven de la familia más turbia de la región, bendecido con un talento divino para el motocross. Cuando este desaparece repentinamente, su hija pródiga regresa al hogar para buscarlo, lo que deriva en una dramática reunión familiar.
Gijs Wilbrink ha sido la gran sorpresa de la nueva literatura neerlandesa con esta novela, Las Bestias, que en apenas un año ya va por su 16ª edición en Países Bajos.
Gooseopinión:
Si necesitas una lectura que te vuele la cabeza, bienvenido, bienvenida, este es tu libro.
Solo tienes que pasearte por la página final de agradecimientos para darte cuenta que no estamos ante un libro más sobre un thriller rural (o novela familiar, como le gusta denominarlo al autor). Bebe de fuentes tan diversas como "los hombres me explican cosas" (2017) de Rebeca Solnit, o del libro "ondankbare grond een boerengepos (tierra ingrata, una epopeya campesina) (2014) de los historiadores Leo y Theo Salemink, asi como la la obra de consulta imprescindible a la que echó mano a la hora de escribir esta novela Ode aan de Achterhoekes motocross (Oda al motocross del Achterhoek) de Peter Rietman y Willy Hermans.
Pero no solo de motocross y tierras ingratas se trata esta novela; Pivota entre dramas familiares, dramas personales, abusos, drogas, y redención, pero sobre todo perdón, religión y vuelta a los orígenes tanto físicos como psíquicos.
La acción transcurre en apenas lo que va del 31 de diciembre de 1995 al 5 de enero de 1996, dejando un capítulo final (abierto a la imaginación del lector) fechado en 1 de febrero. Entre estos días de la actualidad nos vamos enterando (a través de capítulos narrados en flashback por otros personajes secundarios a la trama) de la historia pasada de los actores principales, Isa y su familia, pero también de las relaciones (o no relaciones) que esta familia, los Keller, mantienen con el resto de habitantes dentro de un entorno rural hostil.
Hace apenas 4 meses que una de las voces fuertes del relato ha dejado atrás a su tóxica familia (de la que según ella solo se salva su padre, tullido, y por el que más lástima siente). Esta desarraigada, por fin, de ese entorno adverso (o eso es de lo que quiere autoconvencerse), se ha instalado en la ciudad para estudiar Historia del Arte e incluso tiene una red de seguridad en Erva, una muchacha subversiva que la arrastra a defender un mundo mejor. Todo parece que empieza a irle mejor, se persuade de que el 96 va a ser su año, pero el primer día del año recibe la llamada de su madre (esa con la que lleva semanas sin tener contacto) para decirle que "su padre ha desaparecido"; el ir en su búsqueda va a servir a Isa para descubrir algo que no sabía de su familia y del contexto en el que pasó la primera parte de su vida y al que inescrutablemente vuelve a ser fagocitada.
Empiezan de esta manera 5 días de búsqueda (del padre desaparecido) y de (la vuelta a) su propia esencia. El drama está servido si lo aderezamos con unos tíos-abuelos casi delincuentes, asesinatos, un abuelo encarcelado que no quiere saber nada de ella ni de su madre y unos habitantes (vecinos) de un pueblo que renegaron hace mucho tiempo de su familia: Los odiados / odiosos Keller.
Para ser el debut como escritor no podía haber tenido mejor arranque, Las Bestias está siendo un fenómeno de ventas en Países Bajos (en el momento de su publicación en España ya va por la 16ª edición en su país de origen) Gijs ha pasado de componer canciones para su grupo de punk "Tenement Kids" a lanzarse de lleno al mundo del thriller (realmente este libro se ha fraguado durante 11 años, tal y como nos ha contado en el encuentro que hemos tenido con él) pero la necesidad de contar historias es tal que ya se encuentra dentro la investigación y búsqueda de datos para su segundo título.
Podemos definir a Las Bestias como un relato costumbrista con pequeñas dosis de violencia física y sobre todo con unas características psicológicas en cuanto a la trama y los personajes, que por ella discurren, de un carisma brutal. Todo es protagonista en esta obra; desde los propios personajes hasta el entorno que los envuelve; ese bosque que separa las lindes del entorno rural - un pueblo fronterizo con Alemania - del entorno urbanita, La religión tiene un punto importante dentro de la narración (tanto con personajes como con pasajes bíblicos y la sombra de la penitencia, vergüenza y perdón) volando por encima de las cabezas de todos los seres que habitan la novela.
Los triunfos y los fracasos, la violencia que transmiten las narradoras, porque este libro, aunque en un principio parezca lo contrario está narrado por voces femeninas, todo lo malo está latente en la escritura (la violencia, las drogas, los abusos, los miedos, las ilusiones) pero no trascienden de ahí, no sale de los diálogos (inteligentes y brillantes diálogos) lo que hace que leas con el corazón en un puño, pues sabes lo que puede pasar, pero no termina de pasar.
Debo considerar en este punto el clímax de la obra en los últimos capítulos,la estructura que usa para llevarlos a cabo, donde se alternan dos de las voces (simultáneamente) para narrar los hechos finales, Una explosión de fuegos artificiales que hace que termines su lectura con una especie de alivio final, pero con la sensación de que se prevé un futuro brillante para los personajes, parece que cada uno se ha puesto ya en su sitio, el pasado ha estado ahí siempre, nunca sabes cuándo puede volver, pero los protagonistas han conseguido dejarlo y perdonarlo a tiempo de que pudiera hacer más daño.
Una lectura que te atrapa desde el primer momento, que te va llevando a lugares que, aunque sabes que existen es difícil hacerse a la idea que todavía puedan estar presente en la vida de muchas personas y sobre todo una redención de personajes maravillosa poniendo fin a secretos (a voces) del pasado y con un futuro, por fin, prometedor.
Un crecimiento del personaje principal de Isa Keller a través de todas las calamidades que vivió su padre dentro de una familia no del todo convencional, pero que, tal y como se demuestra, siempre se puede cambiar el destino de las personas sin renunciar al pasado de lo que fueron.
Un maravilloso descubrimiento de las letras neerlandesas a quien habrá que seguir la pista, porque si esta es su primer novela, la que no espera con la segunda (en la entrevista nos desvela parte de su nueva inspiración).
Hay que hacer una mención especial para la traducción llevada a cabo por Catalina Ginard Ferón, pues ha sabido trasladar (además de la jerga usada por el autor en su voz original) los recovecos lingüísticos que se usan en determinados dialectos neerlandeses y que dotan de mayor realismo a la lectura (muchos de los diálogos contienen las formas originales pero eso no hace más que darle mayor profundidad al sentido de las palabras que se quieren hacer escuchar (leer en este caso).