Me despertaré en Shibuya

24.09.2020

Autor: Anna Cima.

Editorial: Nórdica Libros.

Número de páginas: 372.

ISBN; 9788478067853

Valoración: ✰✰✰✰

Argumento:

Cuando Jana, de diecisiete años, llega a su soñada Tokio, desea quedarse para siempre. Pronto se convence de las consecuencias imprevisibles de su deseo: se verá encerrada siete años en el círculo mágico del bullicioso barrio de Shibuya. 

Mientras la versión joven de Jana deambula por la ciudad, vive situaciones extraordinarias y busca su camino de vuelta a casa, la Jana de veinticuatro años estudia Japonología en Praga. Aspira a conseguir una beca en Tokio y, junto con un compañero de estudios, se rompe la cabeza con la traducción de un cuento japonés. 

Escrita con una lengua amena, fresca y coloquial, la primera novela de la joven japonóloga Anna Cima trata de la búsqueda de un camino hacia una cultura distinta, de la ambigüedad del mundo real y de la trampa de un sueño cumplido.

Esta novela fue elegida Libro del Año 2019 de la República Checa y recibió el Premio Magnesia a la Mejor Primera Novela

Gooseopinión:

Anna, la autora, no esconde su admiración por Haruki Murakami, y se nota, ya que esta novela bebe ampliamente del imaginario del autor por antonomasia del país oriental. Partiendo de esta premisa podemos decir que ella ha creado, a su vez, un mundo lleno de referencias, en primer lugar a ella misma, puesto que comparte con su protagonista el estar cursando estudios japoneses y la veneración que siente por el país del sol naciente, así como a más de veinte referentes literarios nipones a los que rinde homenaje en un apéndice de la novela.

Nos hallamos ante una lectura ágil y directa que apasionará de igual manera al lector adolescente, no versado aún en estas lindes de lectura, como al lector aficionado al thriller fantástico, donde se reflexiona sobre el poder de la imaginación, la fuerza de los deseos y la inapelable fuerza del pensamiento, planteándonos un viaje iniciático, que es el que lleva a la protagonista a tener que definir sus afectos y sentirse segura consigo misma (en las dos etapas de su vida de la que consta la narración; nos vamos a encontrar a una Jana adolescente - con los desafíos que esto representa- y a una Jana, ya adulta, con el miedo que supone enfrentarse a ella misma).

Me desperté en Shibuya está plagado de esta dicotomía en los personajes, todos se encuentran en borde de dos mundos; no solo el que conforma la adolescencia y la vida adulta, sino que además añadimos el limite difuso de dos culturas (la occidental versus la oriental)

Podríamos decir, para finalizar, que estamos ante una mezcla de elementos de novela fantástica con otros elementos de carácter más personales y reflexivos que dotan a la narración de una profundidad que se muestra abrupta al final cuando, ante el asombro del lector, concluye con un final abierto.