Argumento:

El escritor Pablo Vierci (Uruguay, 1950) junto con el Dr. Roberto Canessa (Montevideo, 1953) superviviente del accidente aéreo de Los Andes en 1972) narran a lo largo de las páginas de este libro coral, junto con testimonios de pacientes del Dr. Canessa, cómo le influyó el accidente (de sobra por todos conocido) que este sufrió cuando apenas contaba con 19 años y cómo le sirvió para dedicar el resto de su vida a dar nuevas oportunidades de vida a pacientes diagnosticados con cardiopatías severas. 

Nos narra el día a día de este médico cardiólogo pediatra, jefe del departamento de ecocardiografía y cardiología del Hospital italiano del Uruguay, como se enfrenta a los severos problemas de todos los pacientes que recibe, asi como de las asombrosas maneras en las que afronta tanto las pérdidas de alguno de sus pacientes como los recuerdos que le vienen a la cabeza de su peripecia por Los Andes allá en 1972.

Completan el libro varias entrevistas con los pacientes del Dr. Canessa, por parte de Pablo Vierci, a espaldas de este para que los comentarios no ser vieran influenciados por su médico de referencia, en las que todos llegan al mismo veredicto: Si el Dr. Roberto Canessa no existiera, habría que inventarlo.

Mas allá de los avatares que le sucedió en Los Andes, tanto Canessa como Vierci ven en este libro una llamada a la humanidad. Para darnos cuenta que por muchas dificultades que se nos pongan en la vida, siempre hay una solución para todo, o por lo menos hay que intentarlo hasta las últimas consecuencias.

La interpretación del título es fácil: "Tenía que sobrevivir" para demostrarle al mundo todo lo que me quedaba aún por hacer: SALVAR VIDAS.

Gooseopinión:

Qué complicado hacer una reseña cuando son tantos y tantos los sentimientos enfrentados...

Permitidme que a colación os cuente una historia: Conocí a Canessa en 2007, en esa fecha yo me encontraba viajando por Argentina y Uruguay y uno de mis mayores deseos desde 1994 (fecha en la que cayó en mis manos el libro ¡Viven! de Piers Paul Read, y la versión de la historia llevada al cine por Frank Marshall) era saber mas y mas de estos héroes, que desafiaron a todo y a todos para poder sobrevivir en una situación terrible para cualquier de nosotros.

Fueron apenas 10/15 minutos de charla la que sostuve con un adorable hombre, que estaba sentado plácidamente en su porche, tomando mate (10 años después y tras conocer a la persona real, al Doctor Canessa, me pregunto el por qué estaba ese día ahí, de esa manera, tan poco característico de él ya que anda siempre de un lado para otro sin parar) y seguro que tuvo que respirar varias veces ante lo que era una "fan incontrolada" haciéndole montones de preguntas...

La cosa fue que, satisfecha mi necesidad de saber -fue muy amable con todos los interrogantes que se me planteaban en aquellos entonces, y en ningún caso dejó de sonreírme durante la corta conversación- el tema ¡Viven! quedó anclado en mis recuerdos como una experiencia más., salvo el recordatorio de la fecha que coincide con mi fecha de nacimiento 3 años después)

Cuando ha caído en mis manos "Tenía que sobrevivir" todos esos sentimientos que tenía anidados han vuelto a resurgir... pero esta vez de una manera muy distinta... Ya no se trataba de Canessa, el héroe de 1972. Estaba ante la historia de un hombre, un médico que desafía día a día la muerte. Que para él no existe el "no". No hay nada que le detenga ante un caso difícil de diagnosticar, y mueve cielo y tierra para poder dar con la solución. Y se apoya en toda la red de contactos que ha ido cosechando a lo largo de su dilatada carrera como médico (que le apoyan al 100% puesto que nos encontramos ante un HOMBRE con mayúsculas)

Una persona que deja a un lado su ego (que bien alto lo podría tener) y hade todo lo posible para atender a toda la gente que se le acerca pidiendo ayuda, suponga lo que esto suponga (desde fletar aviones en plena noche con destino Boston para operar de urgencia a un paciente, hasta abrirle las puertas de su casa a cualquier necesitado que toque en ella)

No estamos hablando de un buen samaritano, estamos ante un hombre, que, según su palabras, le debe todo a la vida, tiene una cuenta pendiente con ella y ha de saldarla de la mejor manera que sabe: salvando a su vez vidas.

Escrito por Pablo Vierci, amigo de toda la vida, y casi mimetizado con el Dr. Canessa, puesto que se trata de un libro que han tardado 10 años en "construir", sabe hacer llegar al lector esa magia que desprenden ambos, su pluma nos emociona de manera que es necesario respirar y reflexionar lo egoísta que podemos llegar a ser la mayoría de las veces los humanos; lo poco que valoramos lo que tenemos a nuestro alrededor, y lo poco que hacemos por el resto de las personas que, aun amándolas, nos rodean.

Ese es el fin de este libro; no el contar una vez mas la historia del héroe Canessa, que salvó a 16 compañeros de una muerte segura dentro del fuselaje de un avión siniestrado en mitad de Los Andes, sino el de poner a nuestra disposición una herramienta para saber, entender y a su vez colaborar con la labor que lleva día a día durante 45 años Roberto. (comprando el libro colaboramos además con la Fundació de cardipities congénites "CorAvant").

Es a la vez emocionante leer los testimonios de familias y pacientes que han sido tratados por el Dr. Canessa, como alaban su bondad, su sencillez, y como transmiten la calidez humana de la que está dotado este magnifico profesional.

Y el Dr. Canessa, a la vez nos lanza una pregunta que deberíamos ser sinceros al contestar: ¿Qué hacer cuando todo está en tu contra? Él lo tiene muy claro; Seguir adelante, seguir luchando... siempre hay oportunidades para todo y para todos.

Un libro que no deja indiferente, que nos muestra lo que hay mas allá de lo anecdótico y que hace que nos planteemos si no es necesario que a nosotros también se nos caiga nuestro particular avisón para darnos cuenta que estamos de paso y lo mejor que podemos hacer es basarnos en la sencillez de la vida y luchar, no dejar de luchar nunca contra las adversidades, puesto que la montaña y las dificultades siempre van a estar ahí, somos nosotros mismos quienes debemos sortearlas de la mejor manera que sabemos: Viviendo.

En este enlace encontrareis el encuentro que mantuve con ellos, escritor y médico, cuando presentaron el libro en Madrid.